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Si pensamos que la rentabilidad y el futuro de una empresa depende únicamente de la tecnología que implantemos estamos obviando un factor que resulta clave en cualquier estrategia de negocio: los recursos humanos. Porque sin personas que adapten estas tecnologías a las necesidades y exigencias de nuestro público objetivo resultará difícil que logremos los objetivos marcados.

En cifras según Sodexo Servicios de Calidad de Vida :

• Con la implantación de un buen programa de incentivos, el compromiso con la empresa aumenta un 27%

• El rendimiento individual mejora un 22% y el de los equipos un 44%

• El 32% de las empresas españolas realiza alguna acción de incentivos con sus empleados para la consecución de objetivos

• Los concursos de ideas y mejoras, programas de puntos o premios a esfuerzos puntuales son las estrategias con más éxito.

Para que los profesionales que forman nuestro equipo saquen lo mejor de cada uno y se impliquen al 100% en las tareas asignadas es necesaria la MOTIVACIÓN. Diversos estudios confirman que los profesionales españoles apenas hemos mejorado nuestra productividad desde 1995 y la distancia con los países de la OCDE se amplía cada vez más (Fuente: Emprendedores ) Una plantilla competitiva y motivada tendrá un comportamiento más positivo y se sentirá más parte del proyecto . Si pretendes alcanzar retos importantes y mejorar resultados, la motivación a tu equipo supone un factor clave.

 

Estrategias de motivación laboral para tu equipo

Desde EA Business School señalan las siguientes estrategias como técnicas válidas para motivar a tu equipo de ventas. Porque si motivas a tu equipo lograrás optimizar la eficiencia de tu empresa :

1. Realiza reuniones periódicas con ellos.  el objetivo es conocer a todos los profesionales más allá de su nombre, apellidos y función dentro de la empresa. Conocer también quién forma cada departamento, sus necesidades y expectativas tanto en la empresa como en su vida privada. Porque de la combinación de ambas puedes sacar lo mejor de cada uno de ellos. Si los conoces más o menos a fondo y se lo haces ver harás que se sientan parte del negocio. Y eso siempre se agradece y se devuelve en forma de trabajo bien hecho.

2. Apóyales en todo momento . Porque si a la primera no se cumplen los objetivos estipulados debe existir una segunda oportunidad basada en la corrección de errores previos y en la confianza depositada en el equipo.

3. Proporciona formación específica . Ellos son profesionales pero seguir formándose siempre es positivo. Si tu les ayudas en la organización de cursos, clases en la empresa, etc. lo entenderán como un incentivo, una forma de mejorar por y para la empresa. Desde idiomas a clases magistrales de especialistas, cursos de formación específicos, etc.

4. Diseña un plan de incentivos grupal. Insistimos en lo de ‘grupal’ para no generar rivalidad entre tus trabajadores. De esta forma fomentarás, además, el trabajo en equipo.

5. Premia el esfuerzo individual . El logro de pequeñas metas personalizadas es el granito de arena necesario para la consecución de metas más globales. Si incentivas a los profesionales en la consecución de pequeños objetivos te aseguras la implicación en logros de mayor nivel.

6. Celebra los triunfos con ellos. El reconocimiento de los logros públicamente provoca que el trabajador entienda que su esfuerzo y su trabajo tienen un reconocimiento y que es importante para la empresa.
    

(Imagen: Zyncro )
 

‘Mi equipo no está motivado. ¿qué es lo que no hago bien?’

En España aún estamos lejos de adaptar las costumbres de algunos países del norte que han ido adaptando sus normas o formas de entender el trabajo a los nuevos tiempos y necesidades de sus trabajadores. Con la popularización de Internet, muchos empresarios ofrecen a sus trabajadores la posibilidad del trabajo telemático que permite la conciliación familiar. En otros casos, la adaptación de horarios, mejora del equipamiento técnico, etc., ha influido positivamente en la motivación y rendimiento del trabajador.

Grupo Constant  ha identificado algunos factores que merman la productividad del trabajador al no satisfacer (casi) ninguna de sus expectativas. Desde We Are Marketing destacamos las siguientes:

 

1. Horarios no flexibles

2. Jornadas de trabajo interminables

3. No tener opción a ascender en la empresa

4. Estrés, ansiedad o depresión provocados por el ritmo y exigencia de trabajo

5. Obsolescencia de los equipos

6. Reuniones a última hora del día

7. Dedicar mucho tiempo al momento de comer (en la oficina)

8. Viajes de trabajo

 

 

Como trabajador, ¿que otras técnicas son importantes para ti a la hora de implicarte en tu trabajo y sentirte motivado? Como empresario, ¿qué técnicas aplicas para implicar a tu equipo y mejorar resultados? Queremos conocer tu experiencia.